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Japón ha alcanzado un hito histórico en el turismo global, recibiendo 21,518,100 visitantes internacionales entre enero y junio de 2025. Este auge turístico se atribuye a varios factores. La depreciación del yen ha hecho de Japón un destino más asequible, atrayendo a turistas de mercados como Estados Unidos y Europa. La Expo 2025 en Osaka, activa desde abril, ha sido un gran atractivo con sus instalaciones futuristas y experiencias culturales. Además, la eficiente infraestructura del país, que incluye trenes bala, aeropuertos internacionales y mejoras en la señalización, ha aumentado la capacidad de recepción sin sacrificar el confort.
El crecimiento ha sido notable en diversos mercados, con Japón rompiendo récords en 15 de sus 23 mercados clave, incluyendo EE. UU., Corea, China, Singapur e India.
El impacto económico de este boom de visitantes ha sido significativo. Se han gastado 4.8 billones de yenes (más de 32,000 millones USD) en solo seis meses, lo que representa un aumento del 22.9% en el consumo en comparación con 2024. En el primer trimestre de 2025, los ingresos por turismo ya sumaban 16,000 millones USD, consolidando el sector como la segunda mayor exportación de Japón, superando incluso al sector automotriz.
Sin embargo, este auge también ha generado desafíos como la masificación turística. Se han implementado medidas como cupos diarios en sitios emblemáticos como el Monte Fuji y límites en zonas históricas como Kioto. Algunas ciudades han introducido vigilancia para prevenir conductas de riesgo. También hubo un rumor infundado sobre desastres inminentes que causó una caída del 33% en visitantes de Hong Kong en junio.
De cara al futuro, Japón tiene ambiciosas metas: alcanzar 60 millones de visitantes y 15 billones de yenes en gasto turístico para 2030. Para lograrlo, el país planea diversificar los destinos más allá de los principales polos turísticos, invertir en infraestructura sostenible y mejorar la calidad de la experiencia. El objetivo es controlar el turismo masivo sin comprometer su atractivo cultural.
El récord de 21.5 millones de visitantes en seis meses es una clara señal del resurgimiento global de Japón como líder turístico. El verdadero desafío será cómo equilibrar este crecimiento con la sostenibilidad y la calidad de vida de los residentes locales. El camino hacia 2030 será una prueba de resiliencia e innovación, demostrando que recibir turismo récord es un triunfo, pero gestionarlo bien es la clave del verdadero éxito nacional.
