En una operación que marca un nuevo capítulo en la cooperación de alto nivel entre México y Estados Unidos, el gobierno de Claudia Sheinbaum expulsó a 26 figuras de alto rango del crimen organizado hacia territorio estadounidense, en un acuerdo sellado con la administración de Donald Trump. Los traslados, confirmados por la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad, incluyen a líderes vinculados a algunos de los cárteles más poderosos del país, en un gesto que refuerza la ofensiva binacional contra el narcotráfico.
Entre los entregados figura Abigael González Valencia, cabecilla de “Los Cuinis” y cuñado de Nemesio Rubén “El Mencho” Oseguera Cervantes, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Arrestado en 2015 en Puerto Vallarta, González Valencia había librado una larga batalla para evitar su extradición. Su grupo fue pieza clave en la financiación y consolidación del CJNG, organización responsable del tráfico de cientos de toneladas de cocaína, metanfetaminas y fentanilo hacia Estados Unidos, y temida por su extrema violencia. Otro de los expulsados, Roberto Salazar, está acusado de participar en el asesinato de un alguacil del condado de Los Ángeles en 2008.
La operación incluyó una garantía del Departamento de Justicia de Estados Unidos de no aplicar la pena de muerte en ninguno de los casos, condición exigida por México para concretar las entregas. Este es el segundo movimiento de esta magnitud en lo que va del año: en febrero, 29 figuras del crimen organizado, incluido Rafael Caro Quintero, fueron entregadas a autoridades estadounidenses, en una coyuntura marcada por la amenaza de aranceles punitivos a las exportaciones mexicanas.
La ofensiva contra las redes criminales coincide con una estrategia más agresiva de Sheinbaum en materia de seguridad, aunque sin ceder en su negativa a permitir una intervención militar estadounidense en territorio mexicano. Para Trump, que ha designado al CJNG y a otros siete grupos criminales latinoamericanos como organizaciones terroristas extranjeras, estos golpes representan un avance clave en su política de mano dura contra el narcotráfico.
Entre los nombres ligados a esta ofensiva también destaca José González Valencia, hermano de Abigael, arrestado en 2017 en Brasil durante la primera presidencia de Trump y condenado el pasado junio a 30 años de prisión en Estados Unidos por tráfico internacional de cocaína. Su captura y condena ilustran el alcance transnacional de estas operaciones y la determinación de ambos gobiernos de debilitar la estructura financiera y operativa de los cárteles.
La expulsión de estos 26 capos no solo envía un mensaje de cooperación inédita entre Washington y Ciudad de México, sino que también marca una escalada en el uso de la presión económica y diplomática como palanca en la guerra contra las organizaciones criminales que, desde hace décadas, desangran a México y amenazan la seguridad de ambos países.
