Art Never Gets Old Vol. 1

El nombre de mi columna llegó como un suspiro a mi alma, y fiel a mi instinto, me tomé la presencia de escribirla a mano.

Durante varios años fui Daniella Batlle, la diseñadora de modas, mi orgullo, mi refugio, mi motor; las decisiones de mi vida estaban influenciadas por ella, mi marca. Ese bebé que cuidas y sostienes con tanto amor, que verlo morir, fue perder completamente mi identidad.

 

Por algún tiempo quedé sin rumbo, sin norte ni sur, sin sostén. Fue una experiencia desgarradora, porque no sólo se caía a pedazos mi sueño, con él, arrastraba a todas las personas que habían apoyado y creído: mi familia, mis amigos y mi equipo de trabajo. Los días pasaban y yo solo pedía señales, y las señales empezaron a llegar. Hasta el día que dejé de pedirlas, porque comprendí que la verdadera señal soy yo.

Hoy veo esta transformación con inmensa gratitud, pero se requiere valentía para atravesar el duelo con tu propio ser. Curiosamente la vulnerabilidad abrió nuevos caminos en mi creatividad, porque cuando creí que no tenía nada, entendí que lo Puedo Todo.

“El arte es la ausencia del miedo” leí hace poco, y precisamente fue esa ausencia de miedo la que le dió vida a Máster Minds HZ. La moda me ha conectado con el arte, con la belleza, con el color… Fue ese fuego iniciador que nació como herencia familiar, y la música se ha convertido en catalizador para recordar mi verdad.

Como cualquier cierre de ciclo, estuve de luto con la moda. Pasé por todas las etapas del famoso llamado “Duelo”, y con el tiempo, volvieron a sembrarse semillas en mi corazón que hicieron que volviera a verla desde el Amor. Una de esas semillas germinó en un evento al cual asistí este año con un vestido amarillo de flores rosadas de mi colección Sundream del 2022. “Cuando la moda se convierte en arte nunca envejece”, quedo resonando en mi cabeza como una visión que te da claridad.

 

Y como el Ave Fénix que renace de sus cenizas, me fui a hacer mis sueños realidad, porque entendí que nadie más los va a crear y sostener por mí, que es mi deber ser leal a mi propio ser, a mi arte, a mi verdad. Para algunos, es ilógico que a estas alturas de mi vida quiera crear música; para otros es inspirador. Para mi, es un llamado, aquel que tarde o temprano toca tu puerta y decides creer en él.  Porque no hay necesidad de encasillarse en solo una cosa, porque hay infinitas posibilidades que puedo SER.

Master Minds HZ es un laboratorio de conceptos creativos musicales, el desafío aquí, era que yo no había estudiado música, no sabía tocar ningún instrumento musical, pero la música la sentía parte de mi, de esas cosas de las que tu corazón siente que no tiene que estudiar, sino “Recordar”, y que no necesitan tener un por qué. A mis cuarenta años, después de todo lo que había tenido que aprender y sobre todo “desaprender”, me comprometí conmigo misma a crear proyectos por el placer del Ser.

A Nicolle Horbath el destino la puso en mi camino, pero las casualidades no existen. Puedo decir que desde el principio fue de esas relaciones que fluyen con naturalidad. Yo empecé a apoyarla en mi arte como diseñadora de modas y ella empezó a apoyarme con su arte como mi profesora de piano. Pero esa sinergia que nació entre las dos, paso a paso, empezó a expandirse y a tocar más corazones.

Las personas cercanas a mí, saben que el Vol.1 de Master Minds hz fue una semilla que nació de mi corazón, un acto de verdadera Fé; sin presupuesto ni guiones rígidos, solo almas que fueron conectando con el mismo propósito: un espacio vivo afinado en 432 hz donde la unión esta por encima de la individualidad. Una experiencia para compartir el arte desde distintas perspectivas, un acto de rebeldía que invita a disfrutar en completa presencia.

El arte en su más pura expresión es atemporal, viaja a través del tiempo, es esa huella que perdura en la eternidad... tu legado. No fue un azar que una banda legendaria como Queen fuera la inspiración de este inicio. Es la muestra perfecta de lo que es dejar una huella en el corazón de la humanidad. 

Para mi, fue mágico conectar con estos artistas: Nicolle Horbath (voz), Carlos Fabre (bajo), Sebastian Galvez (batería), Juan Tobon (piano) y Alejandro Topet (guitarra), quienes revivieron ese espíritu vibrante, reencarnando cada uno desde su esencia al momento presente. Recuerdo con mucha ilusión que en los ensayos decían que volver a escuchar e interpretar Queen los hacia recordar por qué habían estudiado música, y que definitivamente Freddie Mercury no había creado nada simple. En mi mente quedó grabada esta frase que Nicolle recordó de él:  “Puedes hacer lo que quieras con mi música, pero nunca me hagas aburrido”.

Y así, como un proyecto sin guión fijo, como en la vida, pero conectado desde el alma, lo que había nacido como un proyecto musical, fue integrando otras facetas del arte. Julian Buitrago es de esas almas que tengo la fortuna de llamar mi amigo, un real apasionado por su arte, la fotografía. Capturó con su lente, bajo la técnica de “tintype” -un proceso fotográfico de los años 1850- ,los rostros de los artistas que dieron vida al Vol.1 y aportó con su arte una estética cruda y real que resonaba con la esencia del proyecto.

 

Hoy miro ese 12 de septiembre del 2025 con total gratitud, y lo honro no sólo por la semilla que sembró, sino porque es un fragmento del tiempo que no se repetirá nunca más, pero que siempre hará parte de mi historia y de mi corazón.

 

Hoy nace “Art Never Gets Old”, un proyecto que quiere ser esa voz que habla del arte desde su más pura esencia, que cuenta historias desde el alma para dejar huellas en el corazón. Si leíste hasta aquí estoy agradecida que te hayas conectado con el momento presente, y que hagas parte de una frecuencia que vive el arte como una expresión de VERDAD.

Yo ya no soy la misma, se vale cambiar, se vale explorar nuevas formas de vivir, pero sobre todo, se vale ser fiel a una misma. En un mundo donde te enseñan a pertenecer, ser auténtica ha sido mi verdadera revolución de Amor.

 

Larga vida al Arte.

 

Daniella Batlle