A partir del 8 de julio de 2025, un gesto cotidiano en el control de seguridad de los aeropuertos de Estados Unidos ha dejado de ser obligatorio: ya no es necesario quitarse los zapatos al pasar por los escáneres. La medida, anunciada por la Secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem, marca un cambio significativo en la experiencia de viaje, alimentada por una nueva generación de tecnología de seguridad.
Esta medida pone fin a una costumbre de casi 20 años que nació tras el fallido atentado del "shoe bomber" Richard Reid en 2001 y se institucionalizó en 2006. Ahora, los pasajeros pueden mantener los zapatos puestos, a menos que el escáner lo requiera por un hallazgo sospechoso. Esta disposición no solo aplica a los miembros del programa PreCheck, sino que es una medida para todos los viajeros domésticos.
La razón detrás de este cambio es el despliegue de nuevos escáneres CT 3D en más de 250 aeropuertos, capaces de analizar el interior del calzado sin necesidad de sacarlo. Esto abre una ruta hacia la modernización y la eficiencia, buscando reducir tiempos de espera y evitar aglomeraciones, especialmente con eventos como la Copa del Mundo y celebraciones del cuatrienio.
Las autoridades insisten en que el riesgo no desaparece del todo y sigue vigente un enfoque multicapa de seguridad que involucra controles de identidad, verificación previa ("Secure Flight"), escaneo de maletas, sistemas de alerta automatizada y monitoreo del equipaje, todo sin comprometer la protección frente a amenazas reales.
Tras esta medida, se esperan más cambios. Noem anunció que próximamente se anunciarán cambios en los límites permitidos en cabina para las restricciones de líquidos. El futuro podría incluso permitir a los viajeros pasar por el control sin quitarse nada —ni zapatos, cinturón, líquidos, ni dispositivos— gracias a mejoras integradas con cámaras, lectores biométricos e inteligencia artificial.
Más allá del detalle, esta medida devuelve un símbolo de comodidad al viaje, reconociendo que la seguridad y la eficiencia pueden coexistir. Pasa a ser realidad el ideal de "viajar sin frenos": igual nivel de protección, menor carga emocional y física. La próxima vez que pises un aeropuerto americano, podrás mantener los zapatos puestos.
