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Viajes Internacional

Nepal apuesta por el turismo de altura

Las autoridades anunciaron la exención total de tarifas de escalada para 97 cumbres poco exploradas.


En lo más alto del Himalaya, pero lejos del glamour y las filas interminables que se forman en el Everest, Nepal está trenzando una estrategia audaz. El pasado 11 de agosto de 2025, las autoridades anunciaron la exención total de tarifas de escalada para 97 cumbres poco exploradas situadas en las provincias más remotas del noroeste del país, con la esperanza de reactivar la economía local y atraer al turismo de montañismo en zonas marginadas .

Durante más de una década, la atención de la comunidad internacional se ha centrado en las cumbres más famosas del país, especialmente Everest, Lhotse y Kanchenjunga. El Ministerio de Turismo de Nepal ha habilitado 491 picos para montañismo, pero solo una veintena recibe realmente la atención y el flujo de visitantes . Estas nuevas cumbres, que alcanzan entre 5 870 y 7 132 metros sobre el nivel del mar, se encuentran en las provincias de Karnali y Far Western (también llamada Sudurpashchim), caracterizadas por su aislamiento geográfico y escaso desarrollo .

Himal Gautam, portavoz del Departamento de Turismo, resume el proyecto con una frase contundente: “La idea es alentar a los escaladores a que exploren áreas escénicas aún inexploradas y picos montañosos remotos” . No solo se trata de una propuesta ecológica: es una apuesta política y social para impulsar los ingresos en las zonas más desfavorecidas del país, donde el montañismo y el trekking representan una fuente vital de empleo e ingresos .

El anuncio llega en paralelo a una actualización de las tarifas para escalar: a partir de septiembre, escalar el Everest costará US$ 15 000 (antes US$ 11 000), mientras que otros picos “menores” verán crecer sus permisos de US$ 250 a US$ 350 . En este contexto, la exención para los 97 picos remotos permite ofrecer una opción mucho más atractiva económicamente y con menores barreras de acceso.

La prensa especializada, como Outside Online, recuerda que muchos de estos picos tenían permisos que rondaban los US$ 500 y que, aunque el ahorro es sustancial, el acceso sigue siendo un desafío logístico considerable. La vía común incluye vuelo desde Katmandú y varios días de viaje por terreno difícil, sin la infraestructura robusta de zonas más turísticas como el Khumbu .

Expertos como Kul Bahadur Gurung, exsecretario general de la Nepal Mountaineering Association, aprueban la medida, pero subrayan la necesidad de desarrollar senderos, alojamiento y guías especializados para que esta iniciativa sea viable a mediano plazo . Y además, como advierte Ang Tshering Sherpa, ex presidente de la asociación, un permiso gratuito no bastará si las agencias y los operadores enfrentan costos excesivos por falta de infraestructura y transporte asequible .

El desafío es múltiple: promover destinos nuevos al gran público, evitar la saturación del Everest —donde las congestiones se han convertido en peligro—, distribuir el turismo de manera más equitativa y convertir estas regiones en polos de desarrollo sostenible. Todo mientras se garantiza que los recién llegados cuenten con condiciones seguras, acompañamiento profesional y mejor acceso.

A esta altura, Nepal ha sembrado un mensaje claro: no todo el turismo de altura debe concentrarse en una sola montaña. Hay belleza, aventura y potencial de transformación en cada rincón olvidado del Himalaya. El reto ahora es convertir una idea potente en una realidad palpable y duradera, que deje huella en los senderos y en las comunidades que esperan renacer bajo el viento gélido de sus propias cumbres.

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