Florida es más que un destino turístico; se ha convertido en una potencia económica imparable. Por tercer año consecutivo, ha sido reconocida como la economía estatal con mejor desempeño en Estados Unidos, según el ranking anual de CNBC 2025.
Este logro es significativo, ya que Florida se destaca entre los 50 estados del país por su crecimiento económico, atracción de inversiones, creación de empleo y migración empresarial. Este éxito sostenido está reconfigurando el panorama económico de Estados Unidos, consolidando al "Sunshine State" como un nuevo centro de desarrollo en el sur.
Durante mucho tiempo, Florida fue vista principalmente como un lugar para el turismo y la jubilación. Sin embargo, los datos actuales muestran una realidad diferente. Según CNBC, el estado ha experimentado un crecimiento del PIB superior al 4.5% anual, junto con una de las tasas de desempleo más bajas y una constante afluencia de empresas, especialmente de estados como California, Nueva York e Illinois.
Miami, en particular, se ha transformado en un centro financiero, tecnológico y mediático. Grandes empresas de capital de riesgo, compañías de tecnología financiera, estudios de producción audiovisual y multinacionales han trasladado sus sedes y operaciones a la ciudad, atraídas por políticas fiscales favorables, una infraestructura en crecimiento y una fuerza laboral diversa y bilingüe.
"Florida ya no es solo un lugar para vacacionar. Es un lugar para invertir, crecer y vivir", señaló Scott Cohn, editor senior de CNBC. Un factor clave en el éxito económico de Florida es su atractivo para el talento y el capital humano. En los últimos tres años, el estado ha liderado el crecimiento demográfico por migración interna, con más de 800,000 nuevos residentes que han llegado de otras regiones del país. Empresarios, profesionales, familias jóvenes y trabajadores remotos han elegido Florida no solo por su clima, sino también por sus promesas de calidad de vida y oportunidades.
Además, el estado ha sido muy activo en la atracción de capital internacional, especialmente de América Latina, Europa y el sur de Asia. Inversiones en bienes raíces, energía, comercio internacional y entretenimiento han convertido a ciudades como Orlando, Tampa y Fort Lauderdale en puntos clave para el crecimiento sostenido.
El informe de CNBC también subraya el papel de las políticas públicas en el posicionamiento de Florida. Con una estructura impositiva favorable (sin impuesto estatal sobre la renta personal) y un entorno regulatorio considerado ágil y favorable al sector privado, el estado ha logrado combinar la estabilidad fiscal con el dinamismo económico.
Los críticos, sin embargo, advierten que este modelo enfrenta desafíos, como la falta de acceso a vivienda asequible, la presión sobre la infraestructura urbana, el impacto ambiental y las tensiones sociopolíticas derivadas de políticas estatales controvertidas en temas educativos y migratorios. Sin embargo, hasta ahora, estos factores no han frenado el impulso del estado.
El liderazgo constante de Florida en los rankings nacionales refleja un cambio profundo en la dinámica económica de Estados Unidos. Durante décadas, el eje de crecimiento estuvo en la costa oeste (Silicon Valley, Seattle) y en el noreste (Nueva York, Boston). Hoy, el sur, y particularmente Florida, se perfila como el nuevo motor de la economía estadounidense, con un modelo que combina apertura, agilidad y diversidad.
Para sus defensores, Florida representa el futuro: una economía postindustrial flexible, orientada a servicios de alto valor y con una fuerte conexión internacional. Para sus críticos, el crecimiento desenfrenado corre el riesgo de convertirse en una burbuja insostenible. Lo cierto es que, al menos por ahora, Florida no solo lidera, sino que también marca el ritmo.
Y lo hace con fuerza, sol... y cifras que hablan por sí solas.
